Hansi Flick transmite serenidad. Es uno de los secretos de su liderazgo. Viendo su cara de cerca en la rueda de prensa previa a uno de los partidos más importantes de su carrera como entrenador, en las entrañas del estadio Giuseppe Meazza, uno no sabría distinguir de sus gestos uno distinto al que mostró antes de medirse al Leganés, por poner un ejemplo mundano. La sala, repleta de periodistas, sí transmite en cambio la tensión de los partidos grandes. Llegan las primeras preguntas y pronto sabemos qué les ha transmitido el alemán a sus jugadores.
“No quiero que sientan presión mañana, quiero que disfruten. Pocos pensamos cuando empezamos la temporada que llegaríamos hasta aquí. Lo que quiero ver en mi equipo es que están disfrutando, que hagan sentir orgulloso al club y a nuestra gente, que disfruten transmitiendo la idea de que somos y nos sentimos un equipo”, repitió en varias ocasiones.
La visión lúdica del juego ante los grandes momentos entronca con el cruyffismo y su célebre frase “salid y disfrutad”, pronunciada antes de la final de Wembley del 92, una fórmula útil para relativizar y desestresar. Curiosamente Dani Olmo, que salió a hablar antes que su entrenador, secundó también esa manera de ver el fútbol.
“¿Que cómo nos sentimos antes de esta semifinal, especialmente los jugadores más jóvenes? Pues va, te voy a dar un titular -sonrió-. Lo vivo como una fiesta. Al tener jugadores tan jóvenes esa sensación se contagia. Los mayores les encaminamos un poco pero este grupo es tan sano y hay tantas buenas personas que lo vivimos así”.
Sorprendió también Olmo al decir que todo lo que está pasando, la temporada asombrosa del Barça, no le ha sorprendido: “Sí me lo imaginé. Cuando llegué y vi el equipo que teníamos supe que tendríamos opciones de ganarlo todo. Tenemos una oportunidad histórica para el club de volver a jugar una final de Champions y lo vamos a intentar. Esto no es un partido a cara o cruz. Si hemos llegado hasta aquí es por méritos y eso intentaremos hacer mañana“. Sobre Lamine Yamal, dijo más o menos lo mismo: ”Tenemos la mejor cantera del mundo y Lamine tiene ganas de demostrar mañana por qué es el mejor. ¿Que lo marcarán con más vigilancia? Mejor, otros jugadores quedaremos más libres”, dijo con ingenio.
Después de tanta declaración motivadora, llegó la hora de bajar el balón al césped. Flick ratificó que Lewandowski empezará en el banquillo y, lógicamente, no desveló quién relevará a Balde como lateral zurdo, aunque dio pistas: “No estoy contento con las lesiones pero tenemos recursos y lo analizamos todo. Tenemos que defender mejor y cambiaremos algo, hasta ahí puedo llegar”. Y sobre Lamine Yamal, un último elogio: “Tenemos jugadores excepcionales, como Lamine, que hace cosas increíbles, pero el equipo es lo más importante. Necesitamos a todos al mejor nivel”.