“Travis Scott vino y lo vivió”: oda al culé del año

El rapero estadounidense se adueñó del palco de Montjuïc y de la noche barcelonesa; en la madrugada del lunes recibía su trofeo en Opium: una tarta de vainilla y tres leches de Diego Mejía, maestro pastelero

Soccer Football - LaLiga - FC Barcelona v Real Madrid - Estadi Olimpic Lluis Companys, Barcelona, Spain - May 11, 2025 FC Barcelona's Lamine Yamal signs an autograph as Travis Scott looks on REUTERS/Nacho Doce

Travis Scott contempla a Lamine Yamal, el domingo en el Estadi Olímpic de Montjuïc

Nacho Doce / Reuters

I get those goosebumps every time, yeah, you come around, yeah.

Goosebumps, Travis Scott

-------------------------------------

–Estoy que me caigo –me cuenta quien, en estos días, ha tratado de seguirle el paso a Travis Scott–: no sé cómo aguanta este ritmo.

Y mientras me habla, mi interlocutor bosteza.

Uy, disculpe, lector.

Antes de seguir, tal vez deba presentarle a Travis Scott (sobre todo, si usted tiene más de treinta años): Travis Scott (34) es aquel rapero que el domingo saltaba de su poltrona en el palco vip de Montjuïc, el rapero que celebraba cada éxito de los azulgrana como lo haría el culé del año.

Travis Scott es culé vocacional, de corazón: ahí lo tenemos, el culé del año es un rapero negro, estadounidense, de Texas, de gorra, gafas de sol, cabello trenzado y rimas agresivas, ahí va un tipo que cuenta con 59,3 millones de seguidores en Instagram, que rapea junto a Kendrick Lamar, SZA, Future, James Blake o Rosalía. Una celebrity, ese es el culé del año.

(Y en el vestuario del Barça es leyenda: en las cuentas de Spotify de Lamine Yamal y Koundé, algunos temas de Travis Scott aparecen en el Top 20).

(...)

Pasemos, pues, el parte del fin de semana de Travis Scott, el rapero cuyo nombre lucía en el uniforme azulgrana para el clásico.

En la tarde del sábado, Travis Scott se asomaba al Parc del Fòrum, en un evento montado por Nike que incluía partidos de fútbol en formato 2x2 y había reclutado a Piqué, Puyol, Davids y Ronaldinho. Por la noche, ofrecía un concierto en Les Tres Xemeneies, a pie de playa, organizado por Spotify, en un espectáculo que Pavlo L. Gento, colaborador de este diario, calificaba de “clandestino”.

Lee también

Travis Scott ofrece un concierto clandestino en Barcelona

Pavlo L. Gento
Tres chimeneas. Cemento desnudo. Símbolo del pasado industrial de la ciudad es hoy símbolo de una quimera posible. El rapero estadounidense Travis Scott parece jugar con la posibilidad de lo imposible dando un concierto clandestino para un grupo selecto de sus oyentes de la mano de Spotify. 

Les Tres Xemeneies de Sant Adrià del Besos alimentaron la pasada noche una nueva electricidad, la de Scott, que parece comulgar con la sinergia del lugar. Balones, metal, graves ultrasónicos bombean con fuerza. Hay hermandad. Una comunidad que se reúne entorno a un DJ set que bombea toda clase de temas del urbano. Un trueno. Llamas prenden al público con furor. Parece haber comunión. Scott pide a todos que apunten al cielo. No hay bomberos capaces de apagar al público cuando suena FE!N (2023).

–Se llama estrategia de marketing: Spotify invitó a mil oyentes muy fieles tras un sorteo aleatorio y gratuito. Y aparte de esos fieles, por allí también pasaron unas cuantas personalidades, gente como Terry Crews, Thierry Henry, Julieta, Arca o Mushkaa.

–¿Y cómo sonaba el dj set de Travis Scott? –le pregunto.

De madrugada

A las 4.27h de la madrugada, Travis Scott seguía en Opium; luego, la fiesta siguió en otro lugar: es joven

–Agresivo, brutalista, en línea con el lugar, estas tres chimeneas que son crudas y fieras.

(Mientras escribo estas líneas, escucho ‘FE!N’ y luego, Telekinesis; sí, suenan fieras, y bastante autotuneadas).

¿Y luego?

Luego, ya tardecillo, desaparecía de escena para reaparecer en el mediodía del domingo, ya en el vientre del Estadi Olímpic, donde le esperaba Joan Laporta.

–Laporta y Travis Scott se saludaron allí mismo –me cuentan quienes le vieron–. Y el club le entregó dos camisetas azulgrana para sus hijos. Una llevaba el nombre de Stormi, la otra, Man Man.

(Dedicadas a los hijos que tuvo con Kylie Jenner, su ex pareja).

–Y luego se sentó en el palco vip junto a su mánager y Thierry Henry y empezó su show –me cuenta quien le observaba de cerca–. Y le diré algo: no fue una antiestrella. Desde el minuto uno, se dispuso a vivir el partido. Se dejó ir, como lo haría un actor o un cineasta en la NBA. Se hundió cuando el Madrid marcó los dos goles, y se fue creciendo conforme el Barça remontaba. Y nos preguntaba cosas: ‘¿De dónde viene Lamine Yamal?’. Y le hablábamos de su barrio humilde de Mataró, y de la Masia. Y Henry también intervenía, y a Travis Scott se le notaba que sabía de fútbol, que realmente sabía de qué estábamos hablando. Y conforme pasaban cosas y el hombre se crecía más, el mánager nos miraba y nos pedía disculpas. ‘No sufráis, que haga lo que nosotros no podemos hacer’, le decíamos. Y al final Travis Scott se puso de pie y empezó a arengar al público, y entonces todos, hasta los merengues, le arengaban a él.

(Y no lo puedo evitar: pienso en Manolo el del bombo).

Show en el palco

“Me pasé el partido observándole: vivió el clásico como un cineasta a pie de campo en la NBA”

Y cuando todo acabó, bajó a saludar a Lamine Yamal y se fue, y reapareció ya a la una de la noche en Opium, donde ofreció otro dj set ante 2.000 personas, todo sold out (entradas entre 35 y 140 euros), antes de que Diego Mejía, sensacional maestro pastelero con obrador y pastelería en Travessera de Gràcia 88, le entregara un pastel de bienvenida (entrega que se produjo a las 4.27h de la madrugada).

–Pasé días investigando qué le gustaba –me cuenta Diego Mejía–. Y al final decidí prepararle un bizcocho líquido de vainilla bañado en tres leches, con dulce de leche, mousse de maracuyá, oro comestible de Colombia y caramelo de remolacha.

El pastel que Diego Mejía ofreció a Travis Scott

El pastel que Diego Mejía ofreció a Travis Scott 

LV

–¿Y le gustó?

–Se lo llevó sin comérselo. Estoy esperando a que me cuenten qué le ha parecido.

(Sospecho que Diego Mejía triunfará, lo hace siempre: en otros momentos le ha hecho pasteles a Karol G, Jason Derulo, Steve Aoki, Shakira, Luis Fonsi, Juanes, Neymar, la familia Messi, Ronaldinho...).

Y luego, me dicen, la fiesta siguió en algún otro garito de Barcelona: al alba, el dinosaurio aún estaba allí. Vamos, lector, todos hemos sido jóvenes, ¿no?

(Por cierto: Travis Scott cobra dos millones de dólares por sesión).

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...