Cita con premio en la casa de Proust

VII Edición de los Premios de Belleza del Magazine

Un homenaje a quienes, armados de principios activos, embellecen el mundo 

Crónica de los VII Premios de Belleza del Magazine de La Vanguardia en el Museo Thyssen

Las personas de la inmensa fila de visitantes que esperaban para entrar, la mañana del 26 de mayo, al Museo Thyssen-Bornemisza tuvieron que ver cómo, ante sus ojos, iban entrando sin esperas (caminando con la típica premura de Madrid y maravillosamente vestidos) actores, cantantes, modelos y directores de comunicación de marcas de lujo. Debió ser duro, pero es que dentro se celebraba un acto muy exclusivo con contadísimos asientos: la VII Edición de los Premios de Belleza del Magazine. Y además, lo precedía un “prólogo” muy especial: la visita guiada a la exposición Proust y las artes, que revisa, a través de obras pictóricas (de Vermeer o Van Dyck, entre otros), el modo en que el arte influyó en la prosa de uno de los escritores más grandes de la historia.

En el quinto piso del museo hay un salón en el que las obras colgadas no pertenecían a ninguno de esos pintores icónicos, sino a una artista joven y menos conocida (de momento; tiempo al tiempo): Inés Maestre. Los Premios de Belleza del Magazine se caracterizan por tener el nombre de un pintor o pintora con obra expuesta en el museo en cada categoría, y por otorgar un galardón creado por Maestre. Algo que cada año nos emociona más.

Los Premios de Belleza del Magazine se caracterizan por tener el nombre de un pintor o pintora con obra expuesta en el museo en cada categoría

Para empezar el acto, hubo tres bienvenidas: la de Carolina Fábregas, anfitriona del Thyssen, que recordó “el gran vínculo que existe entre estos premios y el museo, por el modo de entender la belleza”; la de Óscar Rodríguez, de Godó Strategies, que habló de la alegría de contar “con una publicación única como el Magazine, que vuela tan alto y que sube el nivel del periodismo de estilo de vida”; y la de la directora y creadora de estos premios, Joana Bonet, que defendió “nuestro compromiso con el lujo material e inmaterial de la cultura”. Emocionó al recordar a amigos que se fueron y llevó al público a la risa con anécdotas como la ya famosa de Einstein y Marilyn: “alguien dijo que el riesgo de que tuvieran un hijo sería que heredara la belleza de él y la inteligencia de ella. Sin embargo, Marilyn tenía un CI de 165, aún más alto que el del científico”. Cuántas etiquetas por romper. No olvidó dar las gracias a la que “ha sido la escuela cosmética de todos los aquí sentados: El Corte Inglés”.

Cayetana Guillén Cuervo —actriz y presidenta de la Academia de las Artes Escénicas— ejerce de maestra de ceremonias desde el inicio de los premios, hace ya siete años. Aseguró que se sentía “como en el salón de mi casa”. Su voz hipnótica y absorbente consiguió el silencio de las mesas en las que muchos se reencontraban después de un año sin verse. “Estos premios se distinguen de los demás porque no solo valoran la eficacia. Celebran la poesía que hay detrás de un perfume; el amor que esconde la investigación; el canto a la libertad que lleva a la innovación; el soplo de sinestesia de las creaciones”. Y sí, sinestesia es una palabra muy adecuada para unos premios que unen pintura y cosmética y que este año, gracias al destino, sumaron la literatura de Proust.

Cayetana Guillén Cuervo  ejerce de maestra de ceremonias desde el inicio de los premios, hace ya siete años

Cayetana Guillén Cuervo ejerce de maestra de ceremonias desde el inicio de los premios, hace ya siete años

Jesus Hellin/STUDIO MEDIA 19

Elegir entre candidatos es cada año más difícil. Los doce que obtuvieron premio destacan por su excelencia, pero también por su apuesta por el plaisir de vivre. Todos aportan una pequeña felicidad. A ellos se unió este mayo, y por primera vez en todas las ediciones, una sorpresa emotiva: entre los comensales había dos personas que no esperaban en absoluto que sus nombres fuesen a salir de la boca de Cayetana. El primer galardón secreto se entregó a Sylvia Martín, responsable de belleza del Magazine durante 15 años, que ha decidido jubilarse, de las manos de la bella actriz María Esteve. La “profesional diez” brilló con un discurso improvisado en el que contó que “cuando hacía periodismo de política creían que era lista, y cuando empecé a hacer el de belleza pensaron que era tonta”. 

La segunda sorpresa fue para la gran Carmen Navarro, a la que Cayetana llamó “maestra de maestras”. Luego protestó: “¡Si lo hubiera sabido, me hubiera puesto tacones!”. Pero ella también brilló con un discurso en el que defendió el trabajo de la esteticista y con un look elegantísimo de zapatos planos. Fue Ana Godó quien le entregó la obra de Maestre.

Elegir entre candidatos es cada año más difícil. Los doce que obtuvieron premio destacan por su excelencia

Entre los invitados estaban la actriz Manuela Velasco —de quien se dice que convirtió su mesa en una juerga—, el joyero Chus Burés —que ya había brindado a su llegada con Cayetana en las pruebas de sonido—; la siempre elegante y diferente Irene Rodríguez, presidenta de la Fundación José Antonio Llorente… Carmen Conesa, actriz pero también pintora, había escapado de las obligaciones de su nuevo proyecto teatral, Cabaret, para entregar el premio a una marca que nació, como ella, en Barcelona. Las actrices Luna Berroa (a quien conocimos de niña en El Rey León), Nira Osahia (que en breve estrena la serie Olympo) y Mireia Oriol (la maravillosa Nevenka de Icíar Bollaín) representaban el nuevo talento. Estaba también nuestra adorada Aida Folch, “abonada a estos premios desde la primera edición”, que trabaja en un proyecto del que pronto se hablará mucho. Y Paloma Bloyd, cuya simpatía se hizo “famosa entre famosos”, pero también entre el personal del museo.

Tuvimos una premiada: Patricia Fisas, segunda generación de la familia fundadora de Natura Bissé, que se prodiga poco en fiestas. Hubo quien creyó que sus dos hijas eran talents invitadas. Estaba Carmen Lomana, que entregó premio a su amiga Ainhara Viñarás (Shiseido). La pintora de flores carnales Lulu Figueroa no podía haber entregado otro sino el Giorgia O’Keeffe, que recogió Marta Navarro (L’Artisan Parfumeur, Puig) con un discurso agradecido, sencillo y perfecto. También tuvimos a la psicóloga y enamorada de la belleza (¿o es la belleza la que la quiere a ella?), Eugenia Osborne. Una reunión de lo mejor de lo mejor: grandes ejecutivas de grandes marcas (Celia Hernando, Sonsoles Blanco-Hortigüera, María Borrás, Sylvie Durcudoy, Montse Vendrell, Bárbara Padrés, Nuria López…) se reencontraban —a veces con cálidos abrazos— tras mucho tiempo sin verse. Y es que hay que inventar bellas excusas para que esto suceda.

La cantante Luna Lennoi puso el broche final a la fiesta

La cantante Luna Lennoi puso el broche final a la fiesta

Jesus Hellin/STUDIO MEDIA 19

La música hizo acto de presencia con la compositora y modelo Brisa Fenoy —“componer es mi terapia”— y con una estrella con nombre de astro: Luna Lennoi. La cantante puso el broche final a la entrega paseando entre las mesas, micrófono en mano, para embriagar —por si los exquisitos vinos de Emilio Moro no lo hubieran hecho ya— con un bolero, Lo dudo de Los Panchos, y con Killing Me Softly with His Song. Pedazo de voz. Apostamos a que ha cantado y escuchado una y mil veces los dos temas con su madre, Rossy de Palma.

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