La palabra “menopausia” sigue asociada de forma casi exclusiva al cuerpo femenino, pero Luis Gil, nutricionista especializado en salud hormonal, lanza una advertencia clara: la versión masculina también existe y se llama andropausia.
En un vídeo publicado en su cuenta de TikTok (@luisgil.nutricionista), el especialista explica que a partir de los 40 años los niveles de testosterona comienzan a descender de forma progresiva, lo que se traduce en falta de energía, aumento de grasa abdominal, pérdida de masa muscular e incluso mayor apatía vital. “¿Por qué nadie habla de esto?”, se pregunta Gil. “Si tienes más de 40 y por mucho que vayas al gimnasio no tienes los resultados que querías, esto puede que no sea solo culpa tuya, puede ser un tema hormonal”.
Lejos de ser un problema anecdótico o exclusivo de unos pocos, el descenso de testosterona es una condición clínica conocida y documentada, aunque todavía poco tratada por los sistemas de salud. En España, según datos del Instituto Urológico Madrileño, más del 30 % de los hombres mayores de 45 años presenta síntomas compatibles con hipogonadismo tardío, es decir, la andropausia.
Pero el mensaje de Gil no es alarmista. Todo lo contrario: propone una hoja de ruta clara y sencilla para dejar de “ir contra corriente” del cuerpo.
Cuando regulas tus hormonas, tu cuerpo vuelve a responder”
“Entrena fuerza, porque solo con cardio no va a ser suficiente. Además, el músculo actúa como un órgano endocrino más”, indica. También recomienda asegurar una buena fuente de proteína en cada comida —“de buena calidad, nada de marranadas”— y eliminar al máximo el alcohol, las bebidas azucaradas y los ultraprocesados.
Y lo más importante: no actuar a ciegas. Gil aconseja realizarse una analítica para conocer los niveles reales de cortisol, testosterona e insulina en ayunas. “Cuando regulas todo esto, tu cuerpo vuelve a responder, te vuelves a sentir con energía, recuperas músculo y esa barriga empieza a desaparecer sin tanto esfuerzo”.
También recuerda que la testosterona no es solo cosa de hombres. Las mujeres también la producen en menor cantidad y su disminución afecta a su energía, masa muscular y metabolismo. “A partir de los 40, cae en picado. Sí, también en mujeres”, aclara Gil.