Una palabra concentra toda la esencia de Puerto Rico: ‘boricua’. Se vive boricua, se exhibe con orgullo el ser boricua y se disfruta boricua las 24 horas del día. Es el adjetivo que designa a los portorriqueños nacidos en la isla (también llamados borinqueños) y hasta puede usarse como topónimo para hacer referencia a Puerto Rico. Boricua es la primera palabra que escucha el viajero y la que le sumerge en la rica historia de esta isla, conocida como Borinquen por los nativos taínos mucho antes de la llegada de los españoles en 1493. Con el tiempo, Borinquen evolucionó en boricua y hoy engloba esa fascinante mezcla única de culturas y tradiciones únicas que atrapa al viajero nada más poner el pie en tierra firme.
Pasear en familia al atardecer es solo una de las muchas experiencias que ofrece Puerto Rico como destino ideal para todas las edades
Es, sin duda, un destino vibrante con propuestas a la medida de cada viajero. Desde playas idílicas para recién casados, a recorridos por su pasado colonial o una agenda repleta de deportes acuáticos (kayak, pádel surf, submarinismo…) y el desafío de la segunda tirolina más larga del mundo. Una amplia oferta que en Viajes El Corte Inglés convierten en vacaciones adaptadas a todos los gustos. Llevan más de 50 años creando experiencias viajeras que convierten los sueños en estancias inolvidables, únicas y sin preocupaciones. Con programas que se adaptan a diferentes presupuestos, con una amplia oferta de fecha, hoteles y actividades complementarias. Sus agentes expertos acompañan al viajero en el dulce proceso de elegir destino, organizan el programa de actividades y visitas durante su estancia y gestionan los desplazamientos interiores para que el viajero solo tenga que disfrutar de sus vacaciones.
Playas de arenas blancas y aguas luminiscentes
Puerto Rico es, en realidad, un archipiélago en el Mar Caribe. Es la más pequeña de las Antillas Mayores y cuenta con una isla principal, Puerto Rico, otras cuatro islas pequeñas y cientos de cayos e islotes. En conjunto, apenas suman 8.870 kilómetros cuadrados que concentran una gastronomía llena de sabores, paisajes de vivos colores y sonidos llenos de magnetismo. El clima cálido tropical de la isla la convierte en un paraíso para los amantes de la playa, ya sea para disfrutar del sol sobre una arena blanquísima, o para los deportes acuáticos. Hay más de 300 donde elegir, desde las más populosas, como Crash Boat en Aguadilla, destino ideal para hacer esnórquel en los arrecifes de El Natural; Cayo Aurora, al que solo se accede en kayak y nos regala las aguas más transparentes de Puerto Rico; Playa Montones, con su piscina natural que hace las delicias de quienes viajan en familia por sus aguas seguras y poco profundas; o Playa Mar Chiquita, una fabulosa poza encastrada entre rocas, con aguas bravas y románticas puestas de sol.
El bosque de El Yunque ofrece rutas, cascadas y piscinas naturales en plena naturaleza
Junto con el bosque tropical de El Yunque, donde uno puede bañarse bajo cascadas en piscinas naturales, el otro gran atractivo boricua son las bahías bioluminiscentes, un fenómeno natural producido por los microorganismos de sus aguas. Todo un fascinante espectáculo natural que solo puede contemplarse en cinco lugares del mundo, tres de los cuales están en Puerto Rico: La Parguera, Laguna Grande y Bahía Mosquito. Es inocuo para los humanos y se puede presenciar desde una barca o directamente nadando de noche en sus aguas. Un espectáculo mágico de esos que hay que vivir al menos una vez en la vida.
A la rica fritura y baile en las calles
La energía caribeña arranca en las calles de la capital, San Juan. Aquí es obligado deleitar el paladar con platos que fusionan la herencia española, africana y taína nativa: arroz con habichuelas; mofongo de plátanos verdes fritos; las populares frituras rellenas de pollo, carne de res o pulpo; los pasteles, una especie de buñuelos con masa de plátano verde o yuca y relleno de carne de cerdo guisada; o el lechón asado, crujiente y jugoso, un manjar declarado recientemente patrimonio gastronómico puertorriqueño. De beber, cómo no, piña colada.
Al caer la noche, las calles de San Juan se llenan de ritmo y ambiente festivo
Entre bocado y bocado, un paseo por el barrio de Santurce, con sus museos, galerías y tiendas locales donde comprar algún recuerdo de artistas locales. Al caer la noche, la vida nocturna bulle en la Placita de Santurce, un mercado de agricultores tradicional durante el día que se transforma en fiesta callejera al caer la noche, con música en vivo y bailes espontáneos. Porque si algo caracteriza a la isla es el espíritu hospitalario, alegre y apasionado de sus gentes. No es de extrañar que nos inviten a bailar con ellos como si fuéramos uno más. Por supuesto, los más bailongos pueden continuar la fiesta hasta el amanecer al ritmo de la salsa en los típicos ‘chinchorros’ y en otros muchos clubes repartidos por toda la isla.
Disfruta del entorno natural de Puerto Rico desde una piscina rodeada de vegetación tropical
La vida boricua vibra las 24 horas del día y regala al visitante un abanico infinito de sensaciones para los cinco sentidos. Un disfrute que Viajes El Corte Inglés pone al alcance de la mano del viajero para que solo tenga que volar, saborear, bailar y disfrutar.