La proliferación de mosquitos es cada vez más preocupante. Y no por las molestias que pueden causar sus picaduras y las posibles reacciones cutáneas, sino por las enfermedades que pueden transmitir, como el dengue, el zika, el chikingunya o la fiebre del Nilo Occidental (FNO), cada vez más presentes en España. Así lo han alertado hoy desde la Asociación Catalana de Empresas de Salud Ambiental (Adepap) con motivo del Día Mundial del Control de Plagas, que se celebrará este viernes. Las temperaturas suaves del invierno, la llegada del calor y las precipitaciones abundantes durante la primavera han adelantado la eclosión de las plagas de este insecto. En este sentido, la Generalitat activó ayer el protocolo de arbovirosis (virus transmitidos por artrópodos) al haber detectado ya la presencia del mosquito tigre.
Como ya es habitual, también se prevé para este verano la aparición de plagas de cucarachas, especialmente de la americana y la alemana, y de chinches de cama, por la llegada masiva de turistas y los viajes internacionales. Mientras que las ratas —mamíferos que no dependen de la temperatura ambiental para proliferar— constituyen una plaga todo el año.
El mosquito tigre ya es una especie endémica
Los mosquitos son transmisores de cada vez más enfermedades zoonóticas que hasta hace poco no estaban presentes en nuestro país, como el zika, el chikungunya, más recientemente la FNO y el dengue, del que el pasado verano se detectó en Vila-seca (Tarragonès) el mayor brote de transmisión autóctona declarado en España, con ocho casos.
Aquí proliferan sobre todo dos especies de mosquitos: el tigre (Aedes albopictus) y el común (Culex pipiens). Mientras que este último necesita bastante agua para reproducirse —ríos, lagos, estanques, etcétera—, al tigre le basta con pequeñas acumulaciones —desagües, jarras, macetas, platillos, cubos y otros pequeños charcos—, de ahí la importancia de mantener secos estos receptáculos. El tigre, “que se ha convertido en una especie endémica en Catalunya y está presente en todas las zonas costeras” -explicó en rueda de prensa Andreu Garcia, vicepresidente y portavoz de Adepap-, es el que tiene la capacidad de transmitir el dengue, el zika o el chikungunya, mientras que el común hace lo propio con la FNO.
La proliferación de mosquitos es cada vez más preocupante”
“La proliferación de mosquitos es cada vez más preocupante”, aseveró Garcia. Y ya no solo porque sus picaduras son molestas y pueden causar reacciones, sino sobre todo “por las enfermedades que pueden transmitir, que cada vez están más presentes en nuestro país”, añadió.
Garcia advirtió que, desde hace algunos años, y debido a la subida global de las temperaturas y el cambio climático, casos de enfermedades transmitidas por vectores que eran importados de países en latitudes más cálidas —las personas se contagiaban en otros países y traían el virus aquí-, se han convertido ahora en casos de transmisión autóctona. No obstante, subrayó que la mayoría de los casos que se registran siguen siendo importados.
Los mosquitos tigre son transmisores de enfermedades tropicales
En el 2024 la Generalitat activó el protocolo de arbovirosis por estas mismas fechas. La diferencia respecto a este año es que, debido a la gran pluviometría que está dejando la primavera, ha habido “un cambio muy importante” -en palabras de Garcia- en el hallazgo de focos potenciales de crecimiento de mosquitos.
Cada vez más casos de FNO
Subrayó, asimismo, que en los últimos años se han notificado cada vez más casos de FNO, enfermedad provocada por el virus del Nilo Occidental (VNO) y que se asocia más a zonas rurales, y que es transmitida en especial por el mosquito común. “Tenemos que cambiar la idea de considerar a los mosquitos solo como una molestia y tomarnos más en serio su presencia como transmisores de ciertos patógenos”, remarcó. De hecho, “estamos viendo cada vez más casos de transmisión autóctona por picaduras de mosquitos, tanto en España como en el resto de Europa”, afirmó el vicepresidente de Adepap.
Estamos viendo cada vez más casos de transmisión autóctona por picaduras de mosquitos”
De ahí la necesidad de abordar –prosiguió- “a los vectores como una amenaza cada vez más presente para la salud pública y poner el foco en la prevención de cara a estar más preparados para cuando la situación se agrave en un futuro nada lejano”.
Lee tambiénEl virus del Nilo Occidental ha llegado para quedarse: lo que hay que saber para protegerse
El VNO fue detectado por primera vez en aves en España en el año 2003. Un año después se produjo el primer caso en humanos, mientras que en el 2005 se detectó el primero en caballos. Desde entonces, su expansión ha ido en aumento, especialmente a partir del 2020. En el 2022 se detectaron en Reus dos casos de transmisión autóctona en humanos, y el año pasado se registraron varios casos en Sevilla y Cádiz que provocaron incluso varias muertes.
Otras plagas de este verano
A la plaga de mosquitos se le sumará la de cucarachas. “La previsión es que estos insectos continuarán apareciendo con fuerza a lo largo de todo el verano”, señaló Garcia, sobre todo la cucaracha de alcantarillado — especialmente la americana (Periplaneta americana), de color marrón y la que se encuentra más habitualmente—. En cuanto a la otra especie de alcantarillado, la oriental (Blatta orientalis), de color negro, “está claramente en retroceso”, arguyó Garcia.
Respecto a la cucaracha alemana (Blatella germanica), rubia y de menor tamaño que las anteriores, es más habitual encontrarla en el interior de las viviendas —especialmente en las cocinas— y en el ámbito de la restauración.
Ejemplar de cucaracha alemana ('Blattella germanica')
Por su parte, las plagas de chinches de cama (Cimex lectularius) se asocian sobre todo a la movilidad internacional de personas y mercancías así como a la llegada masiva del turismo durante los meses de verano.
Estos artrópodos —que ya han desarrollado resistencias a algunos insecticidas— llegan a las casas transportados en la propia ropa o las maletas de viaje y, según relató Garcia, “son bastante difíciles de eliminar”. Durante el día el chinche se esconde en rincones, grietas de la madera o pliegues de ropa, especialmente en los colchones y sofás, y sale por la noche a chupar la sangre de sus huéspedes. A pesar de que no transmiten enfermedades, pueden producir infecciones de la piel y cicatrices al rascar las picaduras, aparte de que algunas personas responden a las infestaciones de chinches de cama con ansiedad, estrés e insomnio.
Un ejemplar de chinche
En los últimos dos años también ha crecido la preocupación en relación a las garrapatas, especialmente por la Hyalomma lusitanicum, de la que se han detectado ya ejemplares en Catalunya, especialmente en torno a núcleos urbanos.
Lee tambiénLa plaga de garrapatas 'H.lusitanicum' será incontrolable si no se frena al jabalí y los conejos
Todas las garrapatas se alimentan de la sangre de sus huéspedes, que son sobre todo animales silvestres como los conejos, jabalíes o algunos reptiles, aunque también pueden picar a los humanos. Como algunos animales huésped se han convertido en plaga, sus parásitos están también más presentes.
Ejemplar de garrapata de la especie 'Hyalomma lusitanicum'
Pese a poder ser reservorio del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea –Congo, la Hyalomma Lusitancum actualmente está en estudio su capacidad vectorial de poder transmitir esta enfermedad.
En este sentido, Andreu Garcia emitió un mensaje de tranquilidad, ya que “de todos los individuos de Hyalomma lusitanicum que se han encontrado y analizado hasta ahora en Catalunya, ninguno era portador del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea -Congo”. Pero hay que tener en cuenta que en otras zonas de España sí ha habido casos: en el 2020, Castilla y León notificó tres casos en hombres residentes en zonas rurales, uno de los cuales murió por la enfermedad.
