En favor de la esperanza

La ilusión y los entusiasmos de años atrás del ciudadano medio y de la juventud por la política vegetan en un limbo a causa de la crisis del modelo educativo, económico y político de las sociedades neoliberales contemporáneas, agravado por la inseguridad tras la llegada de Trump, el constante exterminio de palestinos y la invasión irreversible de Ucrania. Sin embargo, en España, gracias al éxito económico del Gobierno de izquierdas, la mayoría de los ciudadanos consigue pagar facturas, hipotecas y restaurantes, con lo que se palpa una actitud sensata frente al lema electoral de la derecha: “¿Váyase, señor Sánchez? ¡Cumpla, corrupto!”.

Sumo como ejemplo de serenidad y sensatez mayori­taria la reacción ciudadana ante el apagón. El comportamiento ético de una población deseosa de disfrutar en la calle un día sin móvil desenmascaró los bulos de la extrema derecha. Los que se encontraron encerrados en los transportes sí lo pasaron mal, pero, en general, los incidentes fueron escasos y el ejército no tuvo que intervenir tal como pedían los que no creen en la ciudadanía.

17 - 05 - 2025 / Barcelona / Puertas Abiertas Port de Barcelona / Foto: Llibert Teixidó

  

Llibert Teixidó / Archivo

Otro ejemplo: la paciencia de los catalanes, entre otros, ante los desastres esperpénticos de la red ferroviaria desde hace décadas por falta de inversión y planificación. Responsabilidad tanto de los gobiernos del PSOE como del PP.

La derecha no debe promocionar la crispación, destruye demócratas y aleja a muchos ciudadanos de la política y de las elecciones, hartos de tanto insulto sin programa y de tanta corrupción probada desde hace treinta años. Los casos de manipulación tras el 11-M y las corrupciones juzgadas, como el caso Gürtel entre otros, desnortan cualquier ejemplaridad en el uso de los fondos públicos del que intentan presumir. En esto, todos los partidos deben corregir los comportamientos de forma drástica. Mazón no ayuda al PP en la labor y José Luis Ábalos tampoco al PSOE.

La derecha, si pretende “abrir un principio”, tiene que desarrollar propuestas alternativas e imaginativas, además de liderar la oposición sin gruñidos. ¿Cómo se pueden resolver el problema territorial, las carencias en infraestructuras fundamentales o la relación estable con las comunidades en las que un 50% se siente nación?

La derecha de Feijóo debe meterse en Europa como ha hecho Sánchez y seducir a los inversores que no son mafia

Necesitamos que la derecha de Feijóo se meta en Europa como ha hecho Sánchez, hable de tú a tú con los líderes y parlamentarios de todos los grupos y seduzca a los inversores que no son mafia. Necesitamos una derecha que dibuje las ideas de cómo impulsar la innovación, el aumento de la productividad y la reindustrialización de España sin que primen los intereses financieros de los falsos grupos industriales. La política ha de pensar en las necesidades reales de la población en todos los rincones del Estado, al margen de la industria turística que ya funciona por el clima, por el paisaje, por la cultura, por la profesionalidad y por la participación de los trabajadores migrantes.

¿Qué hacer con los migrantes que trabajan en lo que los nativos no queremos hacer? La extrema derecha pretende repatriar a esos seres humanos tan necesitados como los que hicieron las Américas. Cualquier cabeza con dos dedos de frente sabe que son necesarios y participan en el excelente PIB conseguido. Pienso que hay que darles cultura, educación y sueldos dignos. La baja natalidad lo impone.

Lee también

Descorrer un primer velo

Pepe Ribas
FILE PHOTO: Demonstrators rally on Cambridge Common in a protest organized by the City of Cambridge calling on Harvard leadership to resist interference at the university by the federal government in Cambridge, Massachusetts, U.S. April 12, 2025. REUTERS/Nicholas Pfosi/File Photo

La clase media necesita buenos empleos y nóminas justas tras una formación práctica unida a la universitaria. Es imprescindible devolver la esperanza y la fortaleza a la ciudadanía que no va de nada y lo es todo. Las nuevas generaciones necesitan trabajo estable, acceso a la vivienda, emancipación y estímulos para participar en la renovación del tejido productivo, tras recibir apoyo mediante ayudas sin enchufes ni parientes en los gobiernos y sin tener que rellenar un papeleo burocrático kafkiano.

Las élites de cualquier signo político deben cooperar si quieren evitar la emergencia global que vaticina Slavoj Zizek. La ilusión, la concentración y el esfuerzo son contrarios a la precariedad de la modernidad líquida. Hay ejemplos. Pepe Mujica supo pasar de las acciones violentas de los Tupamaros a gobernar Uruguay. En los cinco años como presidente, consiguió aumentar la economía un 5,4% anual, a la vez que reducía las desigualdades sociales sin trampa.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...