El TC esboza su luz verde a la ley de Amnistía

Con toda probabilidad, el Tribunal Constitucional (TC) dará su visto bueno a la ley de Amnistía, según se desprende del informe favorable sobre dicha norma elaborado bajo la dirección de Inmaculada Montalbán, vicepresidenta del TC, perteneciente a su sector progresista, y cuyo borrador trascendió ayer. Salvo en algunos aspectos menores, dicho informe, de hecho un borrador de la futura sentencia, avala el texto legal propuesto por el Gobierno que recibió hace ya un año la aprobación del Congreso de los Diputados, pero que posteriormente, en septiembre del 2024, fue objeto de un recurso del Partido Popular.

Según prevé el calendario del TC, el mencionado informe será sometido en los próximos días al estudio de sus diez magistrados –seis progresistas, cuatro conservadores–, que tienen previsto debatir y resolver sobre el mismo entre los días 24 y 26 de este junio. De manera que, a finales del mes en curso la constitucionalidad de la ley de la Amnistía podría estar ya bien refrendada. Aunque para obtener la luz verde al regreso del líder de Junts y expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, sobre quien pesa todavía una causa por malversación, o para la recuperación política del presidente de ERC, Oriol Junqueras, aún inhabilitado, habrá que esperar algo más.

El conocimiento del mencionado borrador causó ayer las previsibles reacciones políticas. Desde el Gobierno se expresó su “respeto absoluto” a la decisión del TC. El portavoz del PP, por el contrario, afirmó que en cualquier caso la ley de Amnistía seguía pareciéndole “una inmoralidad profunda y una indecencia”. Junts aprovechó la ocasión para reprochar al Tribunal Supremo que haya boicoteado reiteradamente la mencionada ley de Amnistía. Y el republicano Junqueras valoró la noticia como “un paso más en un camino que siempre es demasiado largo”.

El informe elaborado por la magistrada Montalbán avala la constitucionalidad de la norma legal

Son opiniones de parte, como decíamos, previsibles, y también legítimas. Pero que a nuestro entender deben someterse a una consideración superior: este informe es motivo de satisfacción porque da respaldo judicial a una línea de actuación que persigue la normalización de la vida política en España, muy agitada, y con muy poco rendimiento, durante los años del procés , que causaron una dolorosa fractura entre Catalu­nya y el resto de España y, lo que acaso sea peor, en el seno de la propia sociedad catalana.

Cualquiera que haya vivido en Catalunya durante los últimos diez años es plenamente consciente de aquella división y de sus lamentables consecuencias cotidianas. Como seguramente lo sea también que la posición dialogante del PSOE y de ERC, primero, y después también de Junts ha tenido efectos regeneradores sobre el conjunto de nuestra sociedad. De unos años de alta tensión, en los que el conflicto dominaba el día a día de la actividad pública y postergaba la toma de decisiones imprescindibles para garantizar la buena gestión del país, hemos pasado a otros en los que se intenta anteponer la resolución de cuestiones prácticas y, así, se va devolviendo la estabilidad al país.

El hecho de que el TC haya hallado lo que seguramente dará­ base a una convincente argumentación de su aprobación de la ley de Amnistía­ es un motivo de satisfacción. Porque nos aleja de épocas convulsas y porque nos aproxima a un futuro que, sin necesidad de que los partidos en liza renuncien a sus idearios, debería per­mitir mayores consensos.

Se espera que antes de fin de mes los integrantes del Alto Tribunal fallen favorablemente

Pero es de de­sear­ que, una vez esté ya formalmente aprobado su dictamen, se empiece a trabajar sin demora para completar la normalización­ de la vida política. Eso significa que se tomen las medidas necesarias para que los políticos independentistas que todavía no pueden volver al país sin riesgo de ser detenidos, o que siguen inhabilitados aquí para el ejer­cicio de cargos públicos, vean levantadas tales restricciones.

El proceso independentista quiso violentar de modo improcedente el orden legal establecido y el marco constitucional y estatutario, pese a carecer de las estrategias, las ayudas o las complicidades imprescindibles para lograrlo. No fue una buena idea. Pero eso ya pasó. Es hora de hacer todos los esfuerzos pertinentes para superar aquella crisis y avanzar sin excluir a nadie del juego político. Por todo ello, la muy probable sanción positiva, por parte del TC, de la ley de Amnistía constituye una noticia alentadora. Cuanto más completa sea la aplicación de dicha norma, más prometedores efectos puede tener para el futuro del país.

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