El gesto de Isabel Díaz Ayuso de irse temporalmente de la conferencia de presidentes durante las intervenciones del lehendakari Imanol Pradales y del president Salvador Illa porque hicieron uso del euskera y del catalán no pasó inadvertido para los partidos del País Vasco y Catalunya.
En Junts no sorprendió el movimiento de la mandataria madrileña. Jordi Turull, secretario general de los posconvergentes, afirmó que el “anticatalanismo forma parte del ADN del PP” y por eso auguró que “nunca será importante en Catalunya”. Antes de la conferencia había cargado contra la actitud “colonizadora” del partido encabezado por Alberto Núñez Feijóo ante la posibilidad de un plantón si se usaba el catalán, el vasco o el gallego.
El Gobierno vasco cree que Ayuso “faltó al respeto”, y Urtasun la acusa de “jugar al trumpismo”
Turull lamentó que Barcelona fuera sede de un “espectáculo dantesco entre el PSOE y PP” y reprochó a Illa el “error” de celebrar este foro en Catalunya por la “españolización” que acarreaba.
Para ERC, la actuación de Ayuso es “una payasada”. Así lo aseguró Isaac Albert, portavoz adjunto del partido, que no solo se abalanzó sobre la presidenta madrileña, sino también sobre el Gobierno, incluso haciéndole responsable del protagonismo de la líder del PP en Madrid: “El Partido Socialista nos ha querido traer este espectáculo a Catalunya para dar una imagen de normalidad, y lo que hemos visto es un Estado español que no entiende su diversidad, y hemos visto un numerito absolutamente impresentable”.
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, calificó de “lamentable” la actuación de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Desde su punto de vista, la dirigente “juega al trumpismo” y busca “emerger como la auténtica líder de la derecha” ante un Alberto Núñez Feijóo “muy flojo”.
La maniobra, que se produjo justo durante la intervención del lehendakari Imanol Pradales, enojó al Gobierno vasco, que no dudó en tachar de “falta de respeto” la actitud de la popular “hacia el euskera, los miles de euskaldunes, el lehendakari y el pueblo vasco”. Ahondó en la cuestión el presidente del PNV, Aitor Esteban. En un mensaje en redes sociales, Esteban manifestó que “quien se escandaliza por el empleo del euskera o el catalán tiene un serio problema y demuestra que carece de argumentos profundos para hacer política”.
Se sumó a este malestar Bildu. La formación abertzale expresó a través de su portavoz Pello Otxandiano que “los fascistas del siglo XXI no lograrán erradicar la lengua y la cultura vascas”.
Ayuso tampoco encontró respaldo a su actuación por parte de Vox. El diputado de la extrema derecha José María Figaredo lo tachó de “pequeño teatrillo” por retirarse de la sala cuando hablaba Pradales, pero que en cambio se quedara durante la intervención de Alfonso Rueda, que hizo una pequeña parte del discurso en gallego. Para Vox, se trata de la “incoherencia elevada a la enésima potencia”.