Aitor Esteban (Bilbao, 1962) fue despedido con una amplia ovación en su último día en el Congreso de los Diputados después de 21 años ocupando un escaño por el PNV y de labrarse una reputación de buen y respetuoso orador. Llegó a Madrid justo después de los atentados de Atocha y participó en la moción de censura contra Mariano Rajoy, aunque mantiene buena relación con el expresidente del PP. Desde hace tres meses lleva las riendas del partido en el que milita desde los 16 años y suele intercalar la palabra “coherencia” en sus intervenciones como la guía para hacer política en tiempos convulsos.
El viernes vimos el último choque entre el PP y el Gobierno de Pedro Sánchez. Isabel Díaz Ayuso se levantó cuando el lehendakari habló en euskera. ¿Qué le pareció?
El gesto estaba ya premeditado. Y si alguien se escandaliza por que se pueda hablar catalán en Catalunya, me parece que tiene un serio problema, pero ya en lo personal, diría. Que el lehendakari hable también en euskera, me parece que es lo normal y lo lógico. Es una forma de escenificar una oposición sin argumentos de profundidad. Dicho esto, con respecto al foro de la conferencia de presidentes, nosotros nunca hemos creído que sirva para gran cosa. Con el formato que tiene es una serie de monólogos y luego no se toman decisiones concretas.

Aitor Esteban, en la redacción de La Vanguardia durante la entrevista que se realizó el viernes
El clima político que se vive en Madrid parece irrespirable, ¿cree que es generalizable al resto de España?
Madrid tiene su propio clima. Es una tensión que se vive no solo en el Parlamento, sino también en otras instancias de la Administración o en otros poderes del Estado y se traslada a la calle. Pero no es lo que te encuentras en otros sitios, como Catalunya o Euskadi. Si algo tengo claro después de mi periodo en Madrid es que somos tres naciones diferentes, con diferentes formas de pensar, de plantear las cosas y de decirlas. En Madrid la política solo se entiende como enfrentamiento. Y la política son acuerdos y es ceder. No le da agua ni la oposición al Gobierno, ni el Gobierno a la oposición.
Ayuso y las lenguas
Si alguien se escandaliza por que se hable en catalán en Catalunya tiene un serio problema”
¿Cree que estamos en un fin de ciclo político?
Si me lo preguntara a nivel europeo, le diría que sí. En el Estado español se crea ese clima de que esto ya va a acabar, que va a haber elecciones enseguida, que este Gobierno va a caer. Ya lo hemos vivido en esta legislatura en otros momentos. Se crea mucho desde los medios de Madrid, pero la realidad es que no hay base para que prospere una moción de censura. Vox impide absolutamente cualquier acuerdo. Tampoco el PP está sembrando para que pudiera propiciarse algo. Y en nuestro caso tenemos acuerdos firmados.
Entonces, ¿la legislatura no peligra?
La única manera de que acabe la legislatura es por voluntad del propio presidente del Gobierno. Me imagino que, por una parte, estará el factor demoscópico y quizás pueda aparecer un cisne negro que lo suscite, pero yo ahora no lo veo. Últimamente estamos abocados a que quincenalmente aparezcan factores que no conocíamos. Quiero decir, un nuevo watsap, una nueva no sé quién, un informe de no sé cuántos, y eso distorsiona la agenda de un gobierno. Pero eso no quiere decir que el Gobierno vaya a caer, porque parlamentarios suficientes para que caiga no los hay. Y en esta legislatura no los va a haber. Los números son los que son.
Usted ha estado años en Madrid. ¿Es tan despiadada la política como parece o hay teatro?
Creo que la fase teatral se pasó hace tiempo. El estrado siempre tiene un poco de representación, pero tiene que ser un poco, porque, si todo es teatro, la gente lo nota. Tienes que transmitir algo en lo que realmente creas. Si todo consiste en insulto, denigro al adversario y me meto en lo personal, mandamos un mensaje nefasto a la sociedad. Yo he visto tensiones, incluso en lo personal, entre el líder de la oposición y el presidente del gobierno correspondiente. Pero es verdad que estamos asistiendo a una degeneración en la que el insulto por el insulto y las barbaridades están a la orden del día. Podemos, cuando llegó, ya empezó con el tema de la casta. Luego vino Rivera, que dio otro pasito con lo de la banda. Y con Vox aquello se desborda por todas partes. En el PP siempre ha habido un tendido en el graderío del hemiciclo desde el que te dicen lindezas.
Crispación política
“El clima de que esto se acaba se crea mucho desde los medios de Madrid”
¿Cómo hacer la política más constructiva?
No hay receta, son personas. Si es que es como toda la vida. Algunos han creído que al final es el tuit.
Uno de los últimos casos que ha aparecido es el caso de Leire Díez. ¿Cree que el PSOE debería salir a dar explicaciones?
Yo es la primera vez que oigo hablar de esta mujer. Al principio pensé que era un pequeño Nicolás. Es difícil porque si entras de lleno va a aparecer que hay algo, si no dices nada, también es sospechoso, pero llegados a este punto algo se tiene que decir. No tendría por qué llegar a sede parlamentaria si se dieran explicaciones.
¿Cree que hay cloacas en el Estado, por ejemplo en la UCO?
Claro que hay, en muchos sitios. En ese Madrid profundo, en el mundo de la judicatura, en la Administración, en ambientes económicos. Se mueven muchos intereses en Madrid. Luego nos dicen a los demás que no estamos viajados, pero a veces me da la sensación que hay un Madrid que no ha viajado en su vida, que no ha salido de la M-50. Son muy endogámicos en los mensajes. Hay una manera bastante conservadora de entender España, muy uniforme, que trata de crear sensaciones, diciendo que la patria está en juego o que es “mafia o democracia”. Luego vemos casos judiciales que se sostienen con alfileres. Claro que hay cloacas, sí. Y también en los cuerpos policiales. Miren lo que pasó con la policía patriótica… y responsables de la Guardia Civil haciendo tuits políticos.
Ustedes vivieron el GAL, ¿cree que aún no se han limpiado determinadas estructuras?
En el Congreso, si alguien tiene que nombrar a la policía, a la Guardia Civil o al ejército, inmediatamente tiene que ir acompañado de loas a su dedicación estupenda y maravillosa. Pues oiga, a veces hacen cosas bien pero también hacen cosas mal. Es algo que arrastramos desde la transición, porque no hubo ruptura, y también lo arrastramos por el tema de ETA. Ser acrítico no es bueno, ni para la policía, ni para la Guardia Civil, ni para el ejército.
Tensión en el Congreso
“Empezó Podemos con la casta, luego Rivera con la banda, y con Vox se desbordó”
El PP dice que el PSOE es la mafia y los socialistas denuncian una campaña de difamación, ¿qué piensa usted?
Para mí, hacer oposición debe tener unos límites, y el Ejecutivo debería dejar de abusar de los decretos leyes. También creo que los grupos que apoyan al Gobierno deberían mirarse un poco en el espejo. Evidentemente, unos más que otros. Nosotros somos bastante fiables. Cuando tenemos discrepancias, las discutimos con el Gobierno, votamos que no, pero intentamos llegar a acuerdos y a un término medio.
¿Es coherente dar la investidura y luego negar un presupuesto?
No lo es. Siempre he dicho que hay que dar un primer presupuesto al Gobierno. Pero no creo que lo haya. No veo interés en dárselo. Empezando por Podemos, por ejemplo.
¿Y Junts?
Pues no lo sé. Tendría que preguntárselo a Junts.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), se despide del ex portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban (d), durante su última sesión plenaria del pasado 26 de marzo
¿Se han roto los puentes del PNV con el PP?
La relación no se ha roto, yo sigo manteniéndola. Los puentes con un partido democrático los mantendremos siempre, pero es cierto que la política del PP parece que busca los asuntos para zaherir al PNV. No entiendo a qué viene, pero tenemos la sensación de que es coordinado, dirigido y decidido.
¿Es más difícil entenderse con el PP de Feijóo?
Yo he conocido a Rajoy y nos entendíamos bien. Con Feijóo no he tenido mucha oportunidad. En cualquier caso, él tiene mi teléfono y yo tengo el suyo.
¿Y en el debate territorial cómo ve al PP y al PSOE?
En el Estado español hay gente que considera que pertenece a una nación diferente y esa realidad la podrás tapar, pero es lo que hay. A veces da la sensación que están pensando en quitarle el electorado a la ultraderecha. Recuerdo el discurso de Pablo Casado contra Vox en el Congreso, pero eso se ha difuminado.
Ustedes piden un nuevo estatus para el País Vasco...
Estamos negociando con los socialistas y con Bildu, pero con absoluta discreción. A este Gobierno le quedan unos años. Veamos si da tiempo. Y si primero nos ponemos de acuerdo nosotros en Euskadi, porque hay diferencias pero también voluntad. Es un proceso largo. No sé si se podrá culminar en esta legislatura, ojalá, porque son cambios profundos para décadas y me gustaría que hubiera mejor clima entre el PP y el PSOE porque permitiría hacerlo de una manera más natural.
Financiación
“La financiación singular que propone Catalunya no es como el concierto vasco”
¿Cómo están las relaciones con Junts?
Bien, me voy a ver con ellos. (La entrevista se hizo el viernes)
¿Y tiene previsto reunirse con Puigdemont?
No. Tampoco me lo han pedido.
Les preocupa la financiación singular que quiere Catalunya. ¿Puede perjudicar el cupo vasco?
Beneficiarnos no nos beneficia porque sacando este asunto se pone en cuestión el nuestro. Y menos nos beneficia cuando hay algunas declaraciones, incluso viniendo de Catalunya, que dicen: ‘No, el nuestro va a ser solidario’, como si el vasco no lo fuera. Intentaremos ayudar y ojalá lo consigan. Pero el concierto económico de Euskadi es un planteamiento diferente y la financiación singular no es como el concierto vasco.
¿Cuál es su opinión sobre la jornada laboral?
Las 37 horas y media las tienen prácticamente más de la mitad de los trabajadores en Euskadi. Tenemos que afinar la letra pequeña, la que afecta a pymes y comercio. Dejaremos pasar el trámite de la enmienda a la totalidad y luego introduciremos enmiendas.

Aitor Esteban durante un momento de la entrevista
¿Y qué opinan del gasto en Defensa? ¿Ve viable llegar al 5% como pide la OTAN?
La economía del Gobierno no está para eso, y menos sin un presupuesto. Es un salto demasiado grande. Ahora, a la gente hay que decirle que entramos en un nuevo mundo, que antes la defensa europea la llevaba EE.UU. y que este ahora ya no es un socio viable. Si Europa cree en sus valores y principios, debe defenderlos. Creo que deberíamos ir a un ejército europeo y España, invertir más. Sería ridículo dejar que fueran los alemanes y los franceses los que lo hicieran únicamente. Porque la industria de defensa suele ser lo más puntero en I+D y tiene un doble uso con aplicaciones civiles.
Y en el tema de la inmigración, ¿ustedes piden las competencias como Junts?
A nosotros también nos gustaría tener las competencias y hacer una política propia en cuanto a la migración. Pero vamos a ver en qué queda todo esto. El Gobierno se resiste a todo ello. Lo que sí le pediría al Ejecutivo es que, mientras tenga las competencias, las ejerza, que muchas veces no lo hace, y lo mismo a las comunidades autónomas. Pero el Gobierno debería también poner un poquito de orden. Las oleadas migratorias no las vas a parar y la regularización debe ser a través del trabajo. Ahora bien, la tabla rasa, que es lo que se está proponiendo, de decir no al que llegue ahora y sí al que esté aquí desde tal fecha, no lo va a entender la población.
¿Qué soluciones propone el PNV para el problema de la vivienda?
Hemos anunciado conjuntamente con el Partido Socialista una iniciativa legislativa en Euskadi. En su momento no apoyamos la ley de Vivienda porque era una invasión competencial, pero el Gobierno tenía prisas y quiso prescindir de nuestra discusión. Creo que hay que dar seguridad jurídica al propietario y, si hay una situación de vulnerabilidad, la respuesta se debe dar desde las instituciones. La vivienda no se puede abordar desde lo ideológico.