Mar Flores ha estado en el punto de mira de los medios de comunicación durante los últimos meses, aunque fuera de forma indirecta. Su hijo Carlo Costanzia, ha sido el principal protagonista de los titulares en revistas y magacines televisivos, dada su relación y posterior paternidad junto a Alejandra Rubio, hija de Terelu Campos y nieta de María Teresa Campos. A pesar de ello, la modelo sigue siendo una figura curtida en mil pasarelas.
Un aspecto poco habitual de su persona es el hecho de verla en una entrevista. Sin embargo, Nagore Robles ha tenido la oportunidad de conversar con ella en profundidad durante un reciente episodio de su podcast, La casa de mi vecina. La madrileña mantuvo una conversación amena con la exconcursante de Gran Hermano, en la que pudo sincerarse sobre su vida personal y los entresijos de la interacción con la prensa.

Mar Flores
“He tenido el privilegio de entrevistar a Mar Flores, una mujer que fue linchada públicamente en los 90 por mostrarse libre y que, durante mucho tiempo, eligió el silencio. Hoy ha decidido hablar, y lo ha hecho con la misma elegancia, fuerza e inteligencia que la caracterizan”, se sinceraba la presentadora del podcast, quien quiso indagar en la cuestión de su hijo, y cómo Carlo ha resultado una figura determinante en la vida de Mar.
“Él nació en una época en la que no existía la ley de protección al menor. Los periodistas te acosaban y le daban igual que hubiera un niño. Que le lleves en brazos y le pongan la alcachofa para provocarle, para preguntarle ‘que opinas del novio de tu madre’... Salen las imágenes en todas partes, va al colegio, se ríen de él, le hacen bullying, ya estas destapando con esa actitud una serie de problemas que no deberían ocurrir”, confesaba.

Mar Flores
Figura de libertad
“¿Le ha molestado a alguien verte feliz?”, cuestionaba Robles. Una pregunta a la que Flores aportaba una llamativa respuesta: “No lo dicen, pero sí tienen. Yo disfruto de ver a las mujeres que crecen, que salen adelante... pero cuando vas a un sitio sin pareja, una cena con matrimonios, las mujeres me quieren matar porque se creen que me quiero liar con sus maridos. ¿En qué momento piensas que voy a mirar a tu marido? ¿Por qué piensas así?”
Flores también aportaba su punto de vista sobre la vida en solitario: “A mí nadie me mantiene y he seguido creciendo incluso después de un matrimonio de 24 años y un divorcio con 5 hijos en el que pacto mi libertad. No pacto un dineral. Yo no puedo vivir en una situación en la que no me siento libre. Me he reinventado muchas veces porque me han tirado cada diez minutos (...) Yo empecé a trabajar a los 16 años y a los 21 estaba agotada”.