De castillo en castillo por un Burgos que no te esperabas

Turismo

Si nos adentramos en el oeste de la provincia de Burgos encontraremos espectaculares cañones horadados por los ríos Ebro y Rudrón, páramos y campos de cereales, mucha tranquilidad y ¡castillos!

Descubrir la comarca Amaya-Camino es adentrarse en un legado de torres, iglesias y casonas que evocan su pasado esplendoroso. Bienvenidos a la comarca Amaya-Camino, la escapada rural que no te esperabas en la provincia de Burgos

La Peña Amaya domina el paisaje del Geoparque de Las Loras, uno de los enclaves arqueológicos más importantes del norte de España

La Peña Amaya domina el paisaje del Geoparque de Las Loras, uno de los enclaves arqueológicos más importantes del norte de España

Los páramos y campos de cereales dominan el occidente burgalés. El territorio se vuelve más abrupto cuando nos dirigimos al norte, al páramo de Las Loras, la Peña Amaya y los sorprendentes cañones que han ido horadando los ríos Ebro y Rudrón y que hoy forman el Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón, un lugar con panorámicas increíbles y de gran valor botánico y faunístico. Si miramos al oeste descubriremos otro río, el Pisuerga, y una gran obra de la ingeniería española: el Canal de Castilla. Recorrer la comarca Amaya-Camino también nos permitirá descubrir castillos, como el de Olmillos de Sasamón, en el que podremos alojarnos, y torres defensivas que salpican el territorio y nos hablan de un pasado esplendoroso y, en ocasiones, batallador. Todos estos ingredientes forman la escapada rural que no te esperabas y la tienes bien cerquita, está en la provincia de Burgos.

De Huérmeces a Úrbel del Castillo

La ruta de los castillos podríamos comenzarla en el norte de la comarca Amaya-Camino, concretamente en la localidad de Huérmeces, a una media hora en coche de Burgos capital. Huérmeces conserva un aire sereno y señorial y está situada entre las campiñas del Arlanzón y las calizas de la Cordillera Cantábrica. El pueblo fue un importante enclave en el siglo XII, aunque su etapa de esplendor fue durante el siglo XVI, cuando poderosas familias burgalesas como los Zorrilla, los Arriaga y los Fernández se asentaron en la villa, construyendo casas nobles que aún salpican sus calles.

Uno de los ejemplos más antiguos es la casona de los Salamanca, situada a las afueras. Su gran balconada, más allá de su belleza arquitectónica, tenía una función práctica: vigilar el valle. A esto se suma la torre de los Padilla, en el extremo este del pueblo, de la que aún se conservan restos que hablan de su antiguo esplendor. Huérmeces también tiene un pasado mucho más remoto: en la Cueva de Valdegoba se han hallado restos del hombre de Neanderthal, lo que da evidencias de la presencia humana en estas tierras desde hace 100.000 años.

Vista enmarcada del castillo de Úrbel del Castillo, una fortaleza del siglo XIV erigida sobre una atalaya natural para controlar el paso de los ganados trashumantes

Vista enmarcada del castillo de Úrbel del Castillo, una fortaleza del siglo XIV erigida sobre una atalaya natural para controlar el paso de los ganados trashumantes

Muy cerca de Huérmeces se encuentra el castillo de Zumel, un imponente vestigio del siglo XV. Aunque lo que se conserva es sólo una parte de la torre del homenaje y el patio de armas, el lugar transmite aún ese aire de torre-palacio que, más que defender, pretendía servir para hacer visible el estatus social de sus señores. Si seguimos por la zona, deberíamos acercarnos a ver también la fortaleza de Úrbel, conocida como el castillo de Úrbel del Castillo, de la que aún se conservan restos de finales del siglo XIV y comienzos del XV y que se alza, desafiante, sobre una atalaya natural. Este promontorio rocoso y elevado resultaba una ubicación ideal para controlar el territorio y proteger la ruta que hacían los ganados trashumantes. Ésa fue, precisamente, su principal función. Una curiosidad: la fortaleza consta de una torre de planta pentagonal.

Peña Amaya, uno de los enclaves arqueológicos más importantes del norte de España

Avanzando hacia el oeste, atravesando bonitos parajes naturales como la cascada de Yeguamea, llegaremos al corazón de Las Loras y la legendaria Peña Amaya, que constituye uno de los enclaves más destacados dentro de la arqueología y la historia del norte de España: fue poblado en la Edad del Bronce, importante ciudad de la Cantabria prerromana, capital de uno de los ducados visigodos y baluarte en los enfrentamientos entre musulmanes y cristianos.

En la actualidad son visibles restos de las murallas defensivas y es uno de los emblemas del Geoparque de Las Loras. Además, tiene especial relevancia ornitológica debido a las poblaciones de rapaces que anidan en los roquedos, así que no es mala idea llevar prismáticos en la mochila. Presidiendo todo el conjunto se alza la gran mole caliza conocida como El Castillo: verdadera acrópolis natural en la que resistieron los habitantes de Amaya los numerosos sitios que padeció su disputada ciudad.

Villadiego: una Plaza Mayor porticada y numerosas torres en las afueras

La ruta discurre ahora dirección sur, hasta la encantadora villa de Villadiego, con su trazado medieval en torno a la Plaza Mayor, porticada en su totalidad, sus iglesias y su Convento de San Miguel. En las afueras, varias torres evocan antiguos linajes y tiempos feudales, como la torre de Villaute, con sus 20 metros de altura.

El Arco de la Cárcel de Villadiego, acceso a un conjunto de museos que convierten esta villa medieval en un referente cultural del norte de Burgos

El Arco de la Cárcel de Villadiego, acceso a un conjunto de museos que convierten esta villa medieval en un referente cultural del norte de Burgos

Villadiego, que fue un importante enclave en la Edad Media (sí, aquí está el origen de la expresión tomar las de Villadiego), destaca hoy por su vitalidad cultural y es conocida como la villa de los seis museos. Y los hay para todos los gustos. Están los Museos del Arco de la Cárcel (son el Museo de Pintura, el Museo Etnográfico y el Radio Museo de Villadiego), un museo interactivo dedicado al cómic, otro de arte sacro y el moderno Centro de Recepción de Visitantes del Geoparque Las Loras 2.5.0. Se trata de un espacio dinámico e interactivo que constituye la principal puerta de acceso al territorio del Geoparque. Un lugar ideal para descubrir qué ver, qué rutas seguir y cómo disfrutar al máximo de la visita.

Olmillos de Sasamón: dormir en un castillo

Seguimos dirección sur, entre campos de cereales. Última parada, Olmillos de Sasamón y su castillo, una de las joyas de la arquitectura medieval burgalesa de carácter no religioso, hoy convertido en un restaurante y hotel de cuatro estrellas. El castillo, del siglo XV, fue edificado como un palacio señorial, como una manifestación del poder político y militar de la familia de los Cartagena. Su blasón era la flor de lis, que aparece labrado de manera ostensible en sus muros, por eso también es conocido como el castillo de la flor de lis. El punto y final perfecto para esta ruta por el occidente burgalés.

Castillo de Olmillos de Sasamón: un palacio señorial del siglo XV convertido hoy en hotel, testigo del esplendor medieval burgalés

Castillo de Olmillos de Sasamón: un palacio señorial del siglo XV convertido hoy en hotel, testigo del esplendor medieval burgalés

Provincia de Burgos, Origen y Destino

Burgos es origen de la lengua castellana, del primer hombre europeo, cuna de leyendas, cruce de caminos, así como punto de partida de relevantes hechos históricos que han dejado un legado cultural, arquitectónico, artístico y etnográfico. A su vez, Burgos es destino para todos aquellos que buscan un viaje lleno de sensaciones donde el patrimonio, la naturaleza, la gastronomía y la historia van de la mano. 

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