El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha avanzado este miércoles que el Govern tomará medidas “en la línea de restringir más” los móviles en las aulas de enseñanza primaria y secundaria, es decir, en toda la etapa obligatoria.
En una entrevista en Rac1 Illa no ha especificado más su afirmación, aunque sí ha avanzado que “el viernes la consellera comunicará medidas en este sentido, fruto de un trabajo realizado con expertos, e irán en la línea de restringir más”. El presidente ha añadido que de pedirle la opinión personal él es “más de libro que de pantalla”, “más de papel y lápiz que de teclado”. Y apuntó que escribir a mano va bien para la gimnasia mental en un periodo de formación.
En estos momentos, los smartphones están prohibidos en primaria (6 a 12 años) y limitados en la etapa de secundaria (12 a 16 años). Sólo si los profesores lo indican para fines educativos puede usarse en la ESO pero se parte de la asunción de que el uso de los móviles en secundaria debe ser “el mínimo posible”.
Actualmente los móviles están prohibidos en primaria y en la ESO sólo se permiten si lo indica el profesor
Si Illa anuncia “más restricciones” cabe pensar en la prohibición total del móvil, eliminado incluso esta posibilidad, o bien, la limitación de los ordenadores y tabletas.
El próximo viernes, el Departament d'Educació i FP, que dirige Esther Niubó, presentará el informe encargado a los expertos (con 50 miembros procedentes de asociaciones) sobre el uso de las pantallas en las escuelas e institutos. Asimismo, se dará a conocer el resultado de una encuesta a miles de profesores sobre este mismo tema.
La pregunta que planteó la consellera a esta comisión era si debe prohibirse el móvil en secundaria, eliminando incluso los usos pedagógicos en el aula, y si hay que retirar el material tecnológico en la etapa de infantil.
El grupo de trabajo no expresa en su informe un consenso cerrado respecto a la prohibición
Según fuentes del comité, existe un fuerte consenso en retirar cualquier material tecnológico en la etapa de infantil de 0 a 3 años y recomendar a las familias que no faciliten pantallas a sus hijos por todos los problemas que comporta. En primaria también se está de acuerdo en restringir pantallas al máximo.
No obstante, en los institutos, con alumnos que van de 12 a 16 años, no existe un acuerdo unánime al respecto entre los miembros de la comisión que se divide entre agentes que intervienen en el bienestar de la infancia (pediatras, policías, familias) y la comunidad estrictamente educativa .
Así, desde el ámbito de la salud y la seguridad ciudadana se recomienda la máxima restricción. Los pediatras y especialistas en salud mental, así como los participantes de los Mossos d'Esquadra, han presentado estudios que evidencias sobre el perjuicio en un mal uso de los móviles (frecuencia, tiempo de uso, exposición a delitos). También los grupos de familias que lideran el movimiento sobre adolescencia sin móviles han expuesto sus temores sobre una entrega de teléfonos inteligentes a corta edad.
Por su parte, la comunidad educativa, que recogió las preocupaciones generales de estas asociaciones, considera que el uso de la tecnología en el aula puede ser una oportunidad para el aprendizaje significativo, sin dejar de regular los aspectos éticos de su utilización (seguridad, privacidad, inclusión). Este grupo apostaría por un uso moderado de pantallas siempre con propósitos educativos.
El informe muestra, así, una visión poliédrica del tema. “No se desprende una conclusión unánime del tema”, informó un miembro vinculado al grupo de trabajo a La Vanguardia.
Respecto al uso de ordenadores en los centros educativos, la comisión no aboga por una desescalada tecnológica, sino por un uso regulado y puntual.
La consellera también ha anunciado una auditoria de Ivalua para ver cómo se están usando los alumnos otros dispositivos tecnológicos, como ordenadores y portátiles, en los centros
Los padres integrantes en el movimiento Adolescencia Libre de Móviles (ALM) apuestan por retrasar la entrega del primer móvil lo máximo posible, a partir de los 16 años, y educar desde edades tempranas. Sostienen que es difícil ceder a la presión para entregar el móvil si el 22% de los niños de 10 años tiene móvil, y a los 15 la cifra asciende a un 96%. Consideran que las aulas libres de móviles ayudarían en un eventual pacto por eliminar los móviles de las manos de los adolescente.