El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Gijón ha condenado al Ayuntamiento de la localidad a indemnizar con más de 15.000 euros a un hostelero que ha tenido que cerrar su local durante casi dos meses debido a las obras para la construcción de un carril bus. Así se desprende de la información publicada por La Nueva España.
En concreto, son 15.771 euros los que la administración deberá pagar al perjudicado debido a los 53 días que este local ha tenido que cerrar a causa de las obras del carril bus de la avenida de la Costa. Estas también implicaron la renovación de aceras y tuberías y que se han prolongado durante varios meses más de lo previsto.
Indemnización
Más de 15.000 euros a un vecino que tuvo que cerrar un bar durante casi 2 meses debido a unas obras
La concejalía de Atención a la Ciudadanía obligó a este bar a cerrar su terraza durante las obras. El propietario se vio obligado, no solo a quitar las mesas de la calle, sino a cerrar entero el local durante casi dos meses.
La resolución para quitar la terraza se emitió el 22 de diciembre de 2023. El local, que está ubicado en el entorno de la plaza de Europa, tuvo que quitar todos los elementos de la acera. Las obras empezaron el 23 de enero en esa zona y el 6 de febrero el negocio tuvo que cerrar de forma completa, sin poder reabrir hasta el 30 de marzo, ha asegurado el citado medio.
El Ayuntamiento alegó que la resolución solo obligaba al hostelero a quitar la terraza, no a cerrar todo el local y argumentó que el cierre de todo el negocio ya estaba previsto por parte del hostelero desde antes de que empezaran las obras. Sin embargo, la Justicia no le ha dado la razón a la Administración.
Según la sentencia, un perito pudo comprobar que el cierre del local no se podía evitar. Y es que, durante varios días, solo se podía acceder al local “saltando”, ya que estaba todo vallado. Además, según el perito, la calidad del aire en el interior no era adecuada, ya que se filtraban del exterior “emisiones de materiales contaminantes” que “hacían imposible la ocupación del local en unas condiciones de bienestar mínimas”. Se suman a esto las condiciones acústicas debidas a las obras. Por todo ello, la sentencia da la razón al hostelero y considera que el cierre estaba justificado.