El paso de los años es uno de los aspectos que más preocupa tanto a hombres como mujeres. Cuando se empieza a perder colágeno y elastina, la piel se ve un poco flácida y también aparecen las primeras arrugas que transforman el rostro. Por ello, para frenar los efectos visibles del envejecimiento el doctor Jaime Tufet, fundador de la Cínica Tufet, con consulta en Barcelona y Madrid, ha creado el concepto de cosmética sanitaria.
“La cosmética sanitaria o celular es una cosmética que tiene una acción activa a nivel celular para prevenir y enlentecer la senescencia celular. Es una cosmética cuyo elemento diferenciador a nivel de composición son las proteínas , como la vitamina C, o también los péptidos, que son cadenas cortas de aminoácidos (a diferencia de las proteínas, que son cadenas largas)”, señala el médico a La Vanguardia.

El doctor Jaime Tufet es especialista en medicina estética
El especialista en medicina estética expone que la función de estos cosméticos es controlar la senescencia que, como describe, es “el proceso mediante el cual las células pierden la capacidad de dividirse y regenerarse, lo que provoca el progreso del envejecimiento de los tejidos, ocasionado por la producción y acumulación de sustancias de degradación que aceleran su deterioro”.
Estos cosméticos tienen la capacidad de atravesar la piel y conseguir activar su acción celular, por ello, como señala el doctor Tufet, “en muchas ocasiones se utilizan partículas transportadoras cuyo tamaño es el de un nanosoma o varios”. El especialista también añade que, “la trascendencia de la cosmética sanitaria es conseguir reducir el número de tratamientos mínimamente invasivos. El médico estético diagnosticará y prescribirá y, con la colaboración del farmacéutico, desarrollaremos una medicina estética sin tratamiento.
La trascendencia de la cosmética sanitaria es conseguir reducir el número de tratamientos mínimamente invasivos”
La cosmética celular puede utilizarse durante todo el año y se recomienda iniciarse a partir de los 18 años, puesto que cuanto más se tarde, más costará frenar la senescencia celular. “El envejecimiento de la piel se inicia muy temprano, por lo que los tratamientos se deben iniciar a la par que empieza aparecer el envejecimiento cutáneo. La cosmética sanitaria o celular forma parte importante de la medicina estética celular a la que pronto llegaremos”, asegura el doctor.
El objetivo principal de la cosmética sanitaria es la de revertir y conseguir “controlar” el paso del tiempo con tratamientos cosméticos que ralentizan este proceso, con productos que frenen la senescencia y que cuenten en su formulación con exosomas nanosomados, que ayudan a frenar la senescencia celular y llegar a realizar una medicina estética sin tratamientos.

La cosmética celular se recomienda utilizarla a partir de los 18 años
También debe incluir proteínas revertidoras, en concreto, el proteosoma como complejo proteico que existe en el interior de la célula y cuya función principal es la degradación de las proteínas dañadas, para su depuración. Para activar y preservar los sistemas de protección del proteosoma se recomienda el klotho, una proteína clave en la formulación de la cosmética sanitaria; mientras que para evitar la oxidación celular se recomienda antioxidantes como la vitamina C.
El doctor también habla de las nanopartículas potenciadoras de la refracción de la luz. “Cuando las nanopartículas interactúan con los electrones libres de la superficie de las nanopartículas metálicas (oro) provoca una resonancia que aumenta la intensidad, estimulando receptores específicos y aumentando la producción del ácido hialurónico propio de la piel”, apunta el especialista.
Finalmente, también se deben incluir bióticos, en concreto, se refiere al bioma como el conjunto de microorganismos que habitan en la piel y que crean un ecosistema “fundamental” para el mantenimiento de la salud de la piel. Sus funciones son la de proteger contra patógenos, regular el sistema inmune, mantener la barrera cutánea o el metabolismo de la piel. Así se conseguirá el objetivo de rejuvenecer, regenerar y revertir los efectos del envejecimiento.