El primer lunes de mayo de 2024 la escalinata del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York acogió como ya es tradición, la gala Met. Este evento organizado por la todopoderosa Anna Wintour tenía como código de vestimenta The Garden of Time (El Jardín del Tiempo), una temática que muchos de los invitados clavaron, como Gigi Hadid.
La modelo se presentó con un impresionante vestido de Thom Browne que dejaba sus hombros descubiertos y marcaba con exageración sus caderas. Pero más allá de este diseño que requirió 13.500 horas de trabajo, hubo un detalle que llamó la atención: sus mejillas. La hermana de Bella llevó una piel de porcelana con un colorete que embelleció de forma muy natural sus mejillas.

Gigi Hadid en la gala Met de 2024
Nació así la tendencia del Boyfriend Blush, una técnica de maquillaje que triunfó durante buena parte del año pasado y que ahora regresa con fuerza. En realidad, esta moda es muy sencilla y es perfecta para verano, cuando se busca lucir un maquillaje mucho más natural, fresco y con efecto rejuvenecedor.
Esta técnica quiere recrear el aspecto sonrosado que suele tener un chico joven después de haber practicado deporte bajo el sol. Para que el lector lo entienda, la maquilladora americana Mallory Osses publicó el año pasado un vídeo en TikTok donde sorprendía al afirmar que esta técnica se inspira en los príncipes Guillermo y Enrique de Inglaterra.
Durante años hemos visto el rostro sonrojado de los hijos del rey Carlos III y ahora este color protagoniza esta tendencia con la que se deja a un lado el efecto lifting que tan de moda se ha puesto en los últimos meses y que está pensado para levantar el rostro con la ayuda de un colorete y un corrector que se difuminan hacia la sien.
La idea del Boyfriend Blush es aplicar el colorete por todo el moflete y, atención, el producto se debe bajar hacia la mandíbula, como si se creara un triángulo invertido. De esta forma se obtendrá ese acabado natural y rejuvenecedor, especialmente en aquellas mujeres que tienen la tez muy pálida.
Los expertos recomienda elegir un colorete en un rosa subido o un rojo para conseguir este toque vibrante. El producto se aplica sobre el hueso del pómulo y se trabaja a toquecitos para, posteriormente, extenderlo en círculos por todo el pómulo y bajando ligeramente hacia la mandíbula.

Blush Filter de Huda Beauty (34,99 euros), Color Fuse Longwear Glassy Lip + Cheek Balm Blush Stick de Haus Labs (34,99 euros) y Cloud Crush de Too Faced (36 euros)
La intensidad se puede adaptar según las preferencias de cada una: aquellas que busquen un resultado muy sutil pueden optar por un rosa más chicle, mientras que las que quieran un resultado más marcado la mejor opción es un tono rosa fucsia o rojizo. Una tendencia que además funciona para cualquier tipo de rostros.