Nantes, la ciudad museo que se reinventó con el arte callejero

Escapada

La capital de Loira propone instalaciones contemporáneas y obras que interactúan con la naturaleza para confirmarse como uno de los grandes destinos turísticos del Atlántico francés

El 'Serpent d’océan’ es una obra creada por Huang Yong Ping, el esqueleto de una serpiente de 120 metros de largo emerge cada vez que baja la marea

El 'Serpent d’océan’ es una obra creada por Huang Yong Ping, el esqueleto de una serpiente de 120 metros de largo emerge cada vez que baja la marea

FRANCK TOMPS- LVAN

Erigida en pleno corazón del histórico barrio Bouffay, donde bullía la ciudad medieval de Nantes, en la plaza que lleva ese mismo nombre, una escultura de bronce muestra a un hombre trajeado que descansa con un pie en el pedestal, mientras el otro permanece suspendido en el vacío. La obra en cuestión, Éloge du pas de côté (Elogio del paso al lado) del francés Philippe Ramette, no sólo es peculiar por su trampa visual -ya que si se la mira desde otras perspectivas no se consigue ver con el mismo efecto- sino que también condensa perfectamente los pasos de vanguardia, espíritu caprichoso y creatividad que soplan en la capital del Loira.

Y es que en Nantes, las originales instalaciones de arte contemporáneo han tomado las calles como una invitación a una mirada diferente, lo que ellos llaman dar un “paso al costado” (pas à côtè), es decir, descubrir la ciudad desde otros ángulos. Nantes ha desarrollado una forma original de reinventarse a través de la cultura tras un pasado industrial potente simbolizado con el cierre de los astilleros navales a finales de los ochenta. Una filosofía similar a la de Bilbao, pero aplicada de manera más extensa y profunda en toda la ciudad y sus alrededores.

'Les Anneaux' es una obra de arte contemporánea conformada por 18 anillos de acero que rodean la orilla del río Loira

'Les Anneaux’, de Daniel Buren y Patrick Bouchain, ofrecen recortes paisajísticos del río Loira y su entorno a su paso por Nantes.

MARTIN ARGYROGLO- LVAN, ADAGP

Porque aquí nada es lo que parece, igual que los mundos de Julio Verne, quien nació en esta ciudad francesa que siempre sorprende ya sea con las innovadoras obras que aparecen en cada esquina, en museos, jardines, plazas o en medio de la naturaleza, pero también con su patrimonio histórico, su gastronomía o su festival que en verano (Le Voyage à Nantes, que este año se celebra del 28 de junio al 31 de agosto) revitalizan aún más la ciudad y la convierten en un destino ideal para empaparse de arte, descubrir con calma y disfrutar de las vacaciones.

A la Nantes vanguardista también le ha dado fama un elefante mecánico de 12 metros de altura, con una trompa que arroja agua y que es capaz de pasear a 50 personas en su vientre y lomo por el parque de los Astilleros, y otras máquinas fabulosas que evocan el mundo fantástico de Julio Verne, como el Carrusel de los Mundo Marinos, un tiovivo de tres niveles con criaturas como peces, caballitos de mar o pulpos que atrapan para diversión de los más pequeños y sus familias.

En Nantes, el arte contemporáneo ha tomado las calles invitando a descubrir la ciudad desde otros ángulos

Además de reivindicar a su escritor más famoso, Nantes, a orillas del río Loira, al sur de Bretaña, seduce con su arte callejero y el original paseo fluvial de 18 anillos (Les Anneaux) cuya percepción cambia al caer la noche cuando se iluminan en tonos rojos, verdes y azules. 

Para disfrutar de esta obra del artista plástico Daniel Buren, solo hace falta seguir la línea verde que atraviesa la ciudad a lo largo de 23 kilómetros y une las más de 130 obras de arte contemporáneo expuestas al aire libre, algunas en lugares inesperados como el Passage Bouchaud, donde se encuentra la Jungla interior, una obra viva del artista Evor que invita a disfrutar del silencio mientras se observan plantas de todo el mundo que se desparraman sobre balcones y paredes en un paisaje que mezcla el pasado y presente de Nantes utilizando restos de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.

El Gran Elefante, en las Máquinas de la Isla, recorre los antiguos astilleros y es una de las atracciones favoritas para disfrutar en familia.

El Gran Elefante, en las Máquinas de la Isla, recorre los antiguos astilleros y es una de las atracciones favoritas para disfrutar en familia.

© David Gallard _ LVAN

Y si de jardines hablamos, el Botánico también esconde llamativas obras entre 10.000 especies de plantas de diferentes partes del mundo como el Dormanron, una gran escultura de hierba de un oso dormido y un conjunto de bancos de diferentes tamaños y formas que, si, no cuesta adivinarlo, invitan a sentarse sin prisa.

Siguiendo la línea verde, cerca de la parada de tranvía Duchesse Anne, un pino tumbado desafía la gravedad creciendo de manera horizontal, y una gigantesca mano tallada de un tronco de secuoya pareciera querer ayudarlo a enderezarse, aunque visto desde otra perspectiva, da la sensación contraria, como si quisiera apretarlo. Muy cerca se encuentra el castillo de los duques de Bretaña, construido a finales siglo XV por Francisco II, el último que ostentó dicho título nobiliario. Posteriormente fue la residencia de su hija, Ana de Bretaña, dos veces reina de Francia y actualmente alberga el Museo de Historia de Nantes.

El Museo de Arte de Nantes ofrece un amplio panorama de la historia del arte desde el siglo XIII hasta el XXI

El Museo de Arte de Nantes ofrece un amplio panorama de la historia del arte desde el siglo XIII hasta el XXI

Musée d'arts de Nantes - C. Clos

La pasión por el arte llega incluso al cercano océano Atlántico a través del estuario Saint Nazaire y las tierras de viñedos. Más de 30 obras de artistas contemporáneos salpican el paisaje del río Loira con instalaciones que se crean in situ en un itinerario de 60 kilómetros. El estuario se puede recorrer en coche, bicicleta o barco. ¡Advertimos! Hay que prepararse para lo inesperado. Por ejemplo, en el corazón de Couëron emerge La Maison dans la Loire, una casa aparentemente hundida en el agua y que genera un efecto surrealista, da la sensación de ser un lienzo que interactúa con la naturaleza pues su color varía según el día y el tiempo. Lo peculiar de la obra de Jean-Luc Courcoult es que cuando la marea está baja se ven nueve ventanas y cuando está alta, solo tres.

Otra obra llamativa de este recorrido es Misconceibable, un velero que se inclina y pliega irresistiblemente atraído por la corriente del río. Y una de las más emblemáticas es Serpent d’océan, el enorme esqueleto de serpiente de más de cien metros de largo que solo queda al descubierto cuando baja la marea, una obra de arte cambiante creada por Huang Yong Ping en la playa de Saint-Brévin-les-Pins.

Lee también

Tours, alegría estudiantil en el corazón del Loira

Noelia Ferreiro
Place Plumereau uno de los puntos más animados de Tours

Nantes es una ciudad sin grandes desniveles, perfecta para recorrerla a pie o en bicicleta y descubrir también otros espacios como el Museo de Arte o la terraza Le Lieu Unique, la antigua fábrica de galletas LU, convertida hoy en un interesante centro cultural. Asimismo, para rendirse a su gastronomía y degustar sus quesos curé o brun de noix (con nueces) y sus crêpes con harina de trigo sarraceno o brindar con su muscadet, el vino blanco afrutado para regar las delicias de mariscos tan habituales de la zona. Nantes merece ser admirada con calma y con la mente abierta, probando sus muchas perspectivas.

El crepe de trigo sarraceno es famoso en Nantes, donde se considera una comida tradicional y un plato básico de la región

El crepe de trigo sarraceno es famoso en Nantes, donde se considera una comida tradicional y un plato básico de la región

Roxana Ibañez
Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...