La cumbre del pinganillo

Conferencia de Presidentes

El desplante de Ayuso por la lengua y su choque con la ministra García marcan el cónclave de Barcelona

Conferencias de Presidentes autonómicos. Salvador Illa saluda al presidente de la Junta de Andalucía Juanma Moreno

Juanma Moreno mantuvo una animada charla con Salvador Illa, durante el saludo protocolario

Mané Espinosa

”¡Ayuso se va!”. El grito de una periodista que arranca a correr hacia los aledaños protegidos del palacio de Pedralbes, donde este viernes ha tenido lugar la conferencia de presidentes autonómicos, alerta al resto de profesionales –centenares– que trabajaban para informar sobre esta cita. De inmediato se inician las carreras para captar el momento en que la presidenta de la Comunidad de Madrid abandone el cónclave. Falsa alarma. “Solo ha salido de la sala cuando el lehendakari Pradales ha intervenido en euskera”, y Ayuso vuelve a entrar en la reunión después de la intervención de Salvador Illa, que lo hizo en catalán.

Su desplante lingüístico se asienta en la idea de que usar un pinganillo traductor cuando todos dominan el castellano “humilla” las lenguas cooficiales y hace sentir a los españoles “extranjeros en su casa”. “Esto me parece un esperpento (...) Pido libertad”, se queja en rueda de prensa al finalizar la jornada de trabajo.

La presidenta madrileña se erige en protagonista de la jornada con su afrenta lingüística

Ayuso ha sido la protagonista de esta reunión política caldeada de antemano por las amenazas de boicot del PP por los asuntos a tratar. Y el choque lingüístico, el culmen de una actitud desafiante de la que dio muestras desde que hizo acto de presencia en el Palau de Pedralbes. En el protocolario saludo de los miembros del Gobierno con los presidentes autonómicos, la presidenta madrileña y la ministra Mónica García, rivales acérrimas desde que la titular de Sanidad ejercía de jefa de la oposición en la Asamblea de Madrid, protagonizaron un desagradable careo, provocado por la presidenta.

Horizontal

Momento del tenso saludo entre la presidenta del Gobierno de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (d), y la ministra de Sanidad, Mónica García

Quique Garcia / EFE

Las versiones sobre lo sucedido varían según las partes, pero nadie discute que el detonante fue el reproche de Ayuso a García por haberla tildado de “asesina” ante su gestión de las residencias de mayores durante la pandemia. El equipo de la presidenta reprodujo la disputa: “¿Pretendes darle un beso a una asesina?”, a lo que García –según sus colaboradores– respondió: “¿Perdona?”. La discusión entre ambas, captada por las cámaras, derivó sobre si de boca de la ministra salió alguna vez tal epíteto. La hemeroteca, según remarcaron desde el ministerio, desmiente a Ayuso, pero el episodio queda. Y García achacó el desplante a la investigación por corrupción contra su pareja.

El chismorreo se instala para toda la jornada, con los medios más pendientes del celofán que de las discusiones políticas; de si Ayuso se vuelve a levantar de la mesa para abandonar la sala o de si fuera del recinto de Pedralbes hay protestas o irrumpe alguno de los reventadores habituales.

“Respetamos su decisión de irse y la de todos sus compañeros de quedarse”, reacciona Génova

En las tertulias entre periodistas a la espera de que finalice la reunión se instala la impresión de que Ayuso acudió a Barcelona a marcar perfil, a reventar el plan de Pedro Sánchez desde dentro, y a “hacerse fuerte entre su público”, mientras Feijóo trata de ganar altura en un congreso a un mes vista. Pero tanto protagonismo enerva a sus correligionarios porque dinamita el plan basado en una demanda unívoca de avance electoral, leitmotiv de la manifestación organizada por el PP para el domingo.

“Respetamos su decisión de irse y la de todos sus compañeros de quedarse”, reacciona Génova. Puro equilibrio desde la distancia. El teatro de Ayuso acabó con su marcha, pero antes, saltándose los turnos establecidos, tomó la palabra ante los medios para lanzar su diatriba.

El lehendakari del País Vasco, Imanol Pradales, ofrece declaraciones a los medios posterior a la XXVIII Conferencia de Presidentes, en Palau de Pedralbes de Barcelona, a 6 de junio de 2025, en Barcelona, Catalunya (España). Durante la conferencia se abordarán los 16 puntos de la agenda, ampliada tras la inclusión de las demandas de las Comunidades Autónomas, que contemplan entre otros asuntos la reforma de la financiación autonómica, el control de fronteras, la política migratoria, el acceso a la vivienda, la situación energética y la reforma del Poder Judicial. Por primera vez, los presidentes autonómicos pueden intervenir en las lenguas cooficiales de sus territorios con traducción simultánea.

Pradales, en conferencia de prensa. 

Lorena Sopêna - Europa Press / Europa Press

Su protagonismo ha sido absoluto, tan premeditado como inapropiado en las formas, sobre todo en comparación con la actitud del resto de los barones de su cuerda. El andaluz Juanma Moreno es de otra guisa y lo demuestra. Impecable en la discrepancia y cordial con quien se le cruza, aunque sea el socialista Salvador Illa, mantuvo una animada conversación con el catalán y con el lehendakari Imanol Pradales.

El vasco Pradales, también luce buenas maneras en un corrillo con Moreno, Alfonso Rueda (Galicia) y Fernando Clavijo (Canarias). Pedro Sánchez conversa con los los socialistas Adrián Barbón (Asturias), María Chivite (Navarra) y el popular Fernando López Miras (Murcia).

El contrapunto, el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, incómodo en los prolegómenos de la cita y con poca conversación, apenas con Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León).

Y la puntilla, de Illa, que tras su explicación en catalán ante la prensa la repite en castellano, “que aquí no hay traducción simultánea”.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...